El punto de equilibrio de una empresa es aquella producción para la cual los ingresos igualan los costos de producción. El punto en si puede darse en unidades físicas de producción o en pesos.
Es
muy importante que una empresa que sea pequeña tenga bien claro el concepto de
punto de equilibrio y que sobre todo nunca comenzando caiga por debajo de este.
Por eso es de suma importancia que todos los departamentos ya sea el de
producción, compras, contabilidad y mantenimiento, trabajen conjuntamente,
compartiendo datos financieros y de productividad
para que el punto de equilibrio sea realmente confiable.
Puede
analizarse el punto de equilibrio desde dos ángulos diferentes:
a)
A corto plazo
b)
A largo plazo
A corto plazo, al menos uno, pero no todos los factores de la producción: tierra, capital, trabajo y empresa permanecen constantes durante el periodo de análisis. A largo plazo todos los factores de la producción son variables.
La
determinación del punto de equilibrio,
a pesar de su sencillez, es una actividad muy importante en la estructuración y evaluación de proyectos,
pues de su cuantificación pueden plantearse políticas de crédito, producción,
inventarios, etc. Que redunden en las utilidades de la empresa. En el ámbito de
la banca es un elemento esencial de todo proyecto; de su buena determinación,
de las hipótesis que subyace su estructura, puede depender el rechazo o la aceptación del proyecto.
En
la actividad privada, la utilidad, medida en pesos, es crucial y necesaria para
medir la salud del negocio. Una de las formas para determinar esa salud, es
través del punto de equilibrio.
El
análisis del punto de equilibrio entre alternativas es especialmente útil
cuando existen factores muy difíciles de
pronosticar, que bien pudieran ser el volumen de ventas de la empresa, los costos, el periodo de
recuperación de capital, el interés envuelto en las transacciones, etc. Al
recurrirse a la noción del punto de equilibrio, en este caso, se plantea una
ecuación en la cual se igualan los costos anuales de las alternativas bajo
consideración, dejando como incógnita el factor incierto en la ecuación.
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